Se necesitan límites y equilibrio saludables

By Loretta Torres

La agitada vida cotidiana de padres e hijos por igual ha creado una norma para escaparse a un lugar que tranquiliza la mente y calma el alma: la tecnología digital. El bebé llora, el chiquito grita y ¿cuál es nuestra tendencia?

Recurrir al teléfono o computadora para mirar algo que calme, que ayude a apaciguar a nuestros niños. ¿Es ésta una respuesta tipo curita o una solución a largo plazo?

La tecnología digital juega un papel importante en nuestra vida diaria. Para muchos de nosotros, no es raro estar en línea ocho horas del día de trabajo y unas cuantas más a lo sumo en nuestro tiempo de inactividad. Esto se les ha pasado a nuestros hijos, quienes, a veces, saben más de computadoras que sus padres. El hecho es que más y más de nuestras vidas será en línea. La habilidad de trabajar a distancia sigue teniendo sus ventajas para los ocupados padres de familia —y nuestros hijos. No podemos olvidar lo imperioso que fue tener tecnología digital durante la pandemia de COVID-19. Que los niños pudieran seguir sus estudios en línea talvez no fue la situación ideal, pero fue la única alternativa disponible. El mundo digital ha mostrado su positividad para padres y niños.

Sin embargo, los niños necesitan tener tiempo para desconectarse del mundo en línea y conectarse con ellos mismos y la naturaleza. Encontrar un libro que les interese, dar un paseo bajo el sol, conectarse con otro lugar fuera de la tecnología digital de hoy creará un niño que pueda encontrar un escape que ofrezca un sentido de calma y paz mental, el cual tendrá un gran impacto en su salud física y mental.

La próxima vez que usted quiera agarrar el teléfono o la computadora para ayudar a la tranquilidad de su hija, trate a cambio de tener una variedad de libros o juegos a mano que la entretengan. Anime a los niños a escribir o dibujar y luego pídales que le hablen de lo que han creado. En la edad de la tecnología digital, animar y ayudar a sus chicos a desconectarse digitalmente les ofrecerá un espacio de creatividad y conexión con el mundo que nos rodea.

Siblings sharing a moment of screen time

Foto de cortesía: Un momento fraternal frente a la pantalla.

Si bien podemos ver los beneficios de la tecnología, no olvidemos la conexión humana que necesitamos tener con nuestros hijos también. Es imperativo que los padres de familia sigan leyéndoles libros a sus hijos, así como que se sienten con ellos a disfrutar las comidas y a conversar. Hay un elemento de relación que no se puede encontrar en computadoras, teléfonos o tabletas.

También hay muchos sentidos táctiles involucrados en tener un libro abierto en la mano. Para los niños hay muchos libros que los introducen desde una temprana edad a los sentidos del olfato, del tacto y a la estimulación visual que los aparatos electrónicos no proveen. Involucrar a los niños en el mundo de la tecnología es necesario, aunque hemos de tener parámetros. Estos parámetros incluyen la edad en la cual introducir teléfonos y computadoras, cuánto tiempo frente a la pantalla es apropiado, asegurar que los padres son capaces de limitar el contenido de lo que los niños pueden mirar, y terminar el tiempo frente a una pantalla una hora antes de irse a acostar.

Las secuelas a largo plazo de la tecnología digital en el cerebro en desarrollo siguen siendo tema de investigación y, a pesar de que hay muchos artículos escritos sobre las ventajas y desventajas, recordemos que darle a un niño que llora un teléfono o computadora y usarlos para calmarle puede ser una solución inmediata y un problema a largo plazo. No olvidemos la influencia que la Internet tiene en los niños. Los chicos están entrando en un mundo de “influencers”, quienes pueden afectar positiva o negativamente la forma en que los niños se ven a sí mismos o a los demás. Los medios sociales pueden tener un impacto en lo que los chicos quieren usar, las últimas tendencias, las nuevas modas, junto con su lado oscuro que incluye el alcohol, las drogas y mecanismos de afrontamiento que posiblemente no inspiren positividad. Como padres hemos de recordar que lo que nosotros consideramos medios sociales puede ser completamente diferente a lo que los niños miran; lo que los hermanos mayores miran puede hacer a los menores propensos a mirarlo, lo cual posiblemente no es apropiado para su edad, como por ejemplo, violencia y lenguaje explícito.

Los padres pueden estar viendo vídeos de cocinar o jardinería y lo que necesitan recordar es que puede que no sea eso mismo lo que los niños están mirando. La forma en que percibimos los medios sociales es totalmente diferente. Los teléfonos inteligentes permiten que los niños miren ciertos sitios de medios sociales que pueden aumentar la ansiedad, depresión, crítica del cuerpo y autoestima. Hablemos en más detalle del impacto que el excesivo tiempo frente a la pantalla tiene en nuestra salud física. No sólo puede haber efectos cognitivos y emocionales, sino que los efectos físicos del tiempo excesivo frente a una pantalla se pueden observar en cambios en la visión, obesidad, dolores de cabeza, de espalda, del cuello y deficiencias vitamínicas, para mencionar sólo unos cuantos.

Passing time while waiting to be seen.

Foto de cortesía: Experando que alguien me vea.

Ojos secos y sensibilidad a la luz se observan con frecuencia con el aumento en el tiempo frente a la pantalla. La obesidad ha aumentado en los niños debido a la falta de actividad física asociada con el uso del teléfono y la computadora. Este efecto secundario sedentario de los aparatos digitales significa que muchos niños se están privando del ejercicio y otras actividades deportivas al aire libre. La falta de actividad al aire libre y exposición a la luz solar se presta a un alto riesgo de deficiencias de vitamina D. Las deficiencias de vitamina D a menudo se presentan con un aumento de fatiga, debilidad muscular y cambios de humor.

Generalmente se recomienda para niños de dos a cinco años de edad no más de una hora al día frente a la pantalla en compañía de un adulto —padre de familia o hermano— y no más de dos horas por día para los de cinco a siete años de edad, excepto para tareas escolares. No se trata de reglas rígidas y universales, simplemente pautas para ayudar a los padres de familia a establecer límites aceptables para el uso de teléfonos y computadoras. Diferente literatura puede presentar recomendaciones similares o posiblemente opuestas; no obstante, los padres de familia necesitan establecer límites y controles para restringir el tiempo frente a la pantalla y supervisar el contenido. Para niños mayores, sepa con quién están en comunicación en línea y mantenga una comunicación abierta con ellos sobre el tiempo que pasan en la pantalla.

ad featuring a brown dog

La tecnología digital presenta un gran desafío para los padres de familia. Se le puede ver como una gran oportunidad para aprendizaje y creatividad o como un riesgo al desarrollo del niño. Al crear límites saludables y un equilibrio de actividades en línea y al aire libre, podemos mantener lo mejor de los dos mundos y, a la vez, criar niños saludables, felices y exitosos al igual que padres. Mantengamos a los niños conectados consigo mismos y con el mundo a su alrededor al mismo tiempo que les proporcionamos un espacio seguro para aprender y divertirse.

Loretta Torres es asistente médica y directora general de Pure Life Family Practice & Medusa. Graduada de la escuela de medicina de la Universidad de Nuevo México, su práctica, con sede en Santa Fe, incluye la medicina familiar. Como especialista en la prevención y tratamiento de enfermedades y lesiones humanas, provee una amplia gama de atención médica.