Es hora para hablar de los papás

Examinar los sistemas familiares y si los papás pertenecen a ellos o no

By Johnny Wilson

Traducción por Flor de María Oliva 

“Los padres son necesidades biológicas, pero accidentes sociales”. — Margaret Mead

“La mayor tarea de cualquier civilización es enseñar a sus jóvenes varones a ser padres.”

La segunda cita también se le atribuye a Margaret Mead, pero no por seguro. Sin embargo, es una buena cita. Hablemos de eso más adelante, después de una introducción y de una invitación.

Me gustaría presentarles la idea de que éste es un tiempo importante para participar en una conversación sobre los padres y la paternidad.

¿Por qué? Por varias razones, pero las principales son las innumerables fuentes de información e investigación que indican claramente que la participación de padres amorosos es de gran beneficio para sus hijos. Además, aún en familias en las cuales los padres viven por separado, la participación del padre tiene efectos positivos profundos en las tensiones financieras y de crianza de la mamá.

Siendo ciertas estas razones, las políticas y prácticas sociales deberían reflejar un enfoque en la participación y apoyo a los padres que se inclinan a cuidar de sus hijos. Aún así, la práctica y la política sociales NO tienen un enfoque en el apoyo a los padres y su dedicación a sus hijos. En realidad, la gran mayoría de padres esperan desesperadamente el poder cuidar de sus hijos. Muchos (yo sugeriría que la mayoría de) profesionales dentro de los sistemas de apoyo para familias y niños reconocen la importancia de los padres dedicados.  Lo que no parece ser ampliamente reconocido es la persistencia de perspectivas tendenciosas hacia los hombres y la expectativa de que ellos están dispuestos a abandonar la responsabilidad de criar hijos. Estos profesionales han visto el horror del abuso y la negligencia y lo asocian principalmente con los hombres (no injustamente), pero cometen el error de suponer que se trata de una característica prevalente entre los hombres en lugar de la anomalía que es.

Las instituciones para niños y familias evolucionaron en tiempos en los cuales las mamás asumieron cantidades desmedidas de responsabilidades del cuidado infantil. Las mamás estuvieron presentes, así es que los servicios se volvieron expertos en servirles a ellas y sus necesidades. Si se interactúa con personal de estos servicios, con frecuencia se escucha hablar de “las mamás” como sinónimo de “padres de familia”. Ese personal también suele estar formado por mujeres exclusivamente.

Hay mucho más que se podría mencionar para ilustrar ese enfoque en las mamás en el mercadeo, espacios físicos, señales inconscientes, procesos de registro, lenguaje, etc. de los servicios de apoyo para menores y sus familias. Estas realidades tienen el efecto de comunicarles a los papás que estos espacios no son para ellos. Estos mensajes (conscientes o inconscientes) “enfocados en la mamá” comunican un mensaje construido socialmente para chicos y hombres. ¿Cuál es el mensaje? “Ud. es secundario, casual y, posiblemente, hasta un elemento descartable en la vida de los niños”.

Nuevamente, las personas que administran y que trabajan en estas agencias y programas no están de acuerdo típicamente con perpetuar —o desean perpetuar— una perspectiva que hace de menos a los papás. Estas realidades han evolucionado con el tiempo y a través de generaciones y los mismos padres no han tenido poca responsabilidad por la forma en que estos sistemas evolucionaron. Cambiar esto requiere esfuerzos comunitarios y conversaciones difíciles. Le invito a participar en esta conversación.

¿Nos ayudarán los medios de comunicación a cambiar perspectivas culturales? Es posible. Sin embargo, por el momento no parece muy prometedor. He aquí algunos estereotipos notables que vemos en anuncios publicitarios, en espectáculos, películas e, incluso, memes: El hombre que busca esfumarse cuando se entera que será papá; el papá informal que ama a sus hijos, pero no puede atender sus necesidades; el papá agresivo; la mamá soltera héroe que lo hace todo absolutamente (yo diría que esto le hace daño a ambos mamás y papás); y hay tantos ejemplos más.

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Mientras tanto, los papás solteros como jefes de familia (con niños) constituyen uno de los grupos familiares de crecimiento más rápido. Las familias reportan más papás de casa y papás que han asumido partes significativas de las obligaciones de criar niños. Los papás reportan un profundo deseo de estar totalmente involucrados en la vida de sus hijos y, de hecho, lo están haciendo.

Por favor tomen nota de esta verdad: Las mujeres siguen llevando la mayor cantidad de responsabilidades de criar niños. Punto y aparte.

Y ésta: Los padres involucrados contribuyen a que los niños sean más fuertes social y emocionalmente y a una reducción significativa en los embarazos en adolescentes, participación en la justicia penal e ideación suicida entre sus hijos adolescentes.

Las mamás deberían recibir más apoyo para su bienestar y salud. Los papás deberían hacer más por su propia salud. Una reducción en la inhumana presión que se ejerce en las mamás es buena. Una mayor participación de los papás contribuirá a mejorar la salud mental de los hombres. Existe una crisis simultánea del bienestar para los chicos y hombres (no sólo en Estados Unidos sino globalmente) y el amor, atención y devoción a la familia y los niños puede ser un factor atenuante en esa serie de desafíos.

En Fathers New Mexico tenemos la desafortunada oportunidad de observar un excesivo número de padres que han sido marginados de la vida de sus hijos. Los tribunales de justicia lo hacen, las mamás y las familias lo hacen, las escuelas y los programas de guardería y visitas domiciliarias lo apoyan. Queremos invitar a quienes forman parte de estos sistemas y a USTED para entablar una conversación sobre cómo tratar estos desafíos a nuestras familias y a nuestros niños.

¿Recuerda nuestras citas? La primera, los papás contribuyen material biológico necesario, pero el continuo papel de papá es construido socialmente. Fathers New Mexico dice que nuestro modelo social necesita una reevaluación; necesita una indagación intencionada y una conversación. Incluso se necesitan cambios legislativos y de políticas y procedimientos dentro de las entidades gubernamentales relevantes, los tribunales de justicia y los programas de niños y familias (incluso cambios en los nombres de entidades — por ejemplo: “WIC”, las siglas en inglés para “Mujeres, bebés y niños”).

Y la cita que se atribuye a Margaret Mead: “Lo más importante” es enseñarles a los niños a ser papás. Eso hace referencia a un profundo valor de padres (y figuras paternas) atentos, compasivos y dedicados y cómo ser esas personas. También reconoce que sin tal capacitación tendremos hombres desconectados de un elemento esencial de lo mejor de ellos mismos. Los hombres necesitan cuidar a los niños, parejas y otros miembros de su comunidad para poder tener vidas saludables. Todos necesitamos que los chicos y los hombres sepan que son cuidadores apreciados. Eso implica que ellos mismos se ven como cuidadores, personas a quienes se apoya en volverse cuidadores y se incluyen en lo relacionado a niños y familias.

Hablemos…